cómo eliminar creencias limitantes

El camino hacia la prosperidad no empieza en el banco, ni en la oficina de un asesor financiero, sino en nuestra cabeza. Inicia en nuestros pensamientos. Y esos pensamientos, más frecuentemente de lo que pudiéramos pensar provienen de nuestro olvidado pasado.

Hagamos un ejercicio más abajo de este post para conectar los puntos entre el pasado y el presente, visitando tu pasado y descubriendo cómo y en qué esos acontecimientos afectan tu vida actualmente.

Tienes que buscar en todos los recuerdos de tu infancia y encontrar todo lo que tenga que ver con el dinero, ya sea lo bueno que te ha podido dar y lo bien que te ha hecho sentir (placer, poder, seguridad, capacidad de dar  etc .), así como lo desagradable (el dolor, el miedo, la inseguridad, la envidia, etc.)

Recuerda cuanto tenías 3,7,11 o 15 años y observa que hay ahí. Cuando un recuerdo sobre el dinero lo sientes real, importante y vuelve una y otra vez, hay que analizarlos y desmenuzarlos, porque ese puede ser el que buscas.

Comencemos.. Algunas preguntas que te pueden ayudar a recordar son:

¿Cuáles son los regalos que recuerdas que te daban cuando eras niño?

¿Tus amigos tenían cosas que tu no?

¿Tu mamá tuvo que trabajar cuando tú eras niño? ¿Las mamás de tu amigos trabajaban?

¿Las vacaciones que tenías eran a lugares parecidos a las de tus amigos? ¿ Visitaban los mismos lugares?

¿Cuando ibas a las casa de tus abuelos, recibías dinero o regalos?

¿Te daba pena invitar a tus amigos a tu casa?

¿Cuáles fueron los acuerdos que se tomaron durante tu infancia, que querías y a cambio de qué lo podías obtener?

¿Cuando ibas a las casa de tus amigos, la comparabas con la tuya? ¿Notabas que tenían cosas que tu no tenías? ¿Comparaba los autos de los padres de tus amigos con el o los tuyos?

¿Te avergonzaba tener siempre más de lo que tus amigos tenían?

¿Escuchabas a tus padres pelear por temas de dinero?

¿Recuerdas tu primera cartera o bolsa? ¿La recuerdas con dinero o vacía?

¿Te daban mesada o domingo regularmente? ¿Era mayor o menor que la de tus amigos y conocidos? ¿Tenías que trabajar o hacer algo específico para que te lo dieran, te lo gastabas o lo ahorrabas? ¿Para qué?

¿Cuál es la mayor cantidad de dinero que viste de chico?

¿Recibías dinero en tu cumpleaños o navidad? ¿Alguien te decía que hacer con él o tu decidías que hacer con tu dinero?

¿Que te decían tus padres respecto al dinero, cuál es la actitud que recuerdas, te hacia sentir bien o mal?

¿Eras consciente de las cantidades y fechas de pago de renta, luz, teléfono, colegiatura, tarjetas de crédito, etc. de tu casa?

¿Obtenías siempre lo que querías, instrumentos musicales, juegos de moda, juguetes de marca especifica, etc.?

Mientras recuerdas tu pasado, cierra por un momento los ojos, y trata de percibir olores, temperatura, ruido , música, personas alrededor sentimientos, etc.

Escribe todo lo que venga a tu mente, incluidas las emociones que experimentas.

Ahora tenemos que conectar esos recuerdos que recuperamos de nuestra infancia con los sentimientos y emociones que nos provocaron, porque ahí hay un anclaje.

Una vez que hayamos enfrentado esas emociones, reemplazaremos esa asociación a través de poderosos mensajes (que serán el comienzo). Mientras más trabajes con esos recuerdos y esas emociones, más cerca estarás de alcanzar la situación financiera que deseas.

Es muy positivo cuando comienzas a hacer la conexión entre tus recuerdos del pasado y tus emociones del presente, ahora lo que es necesario hacer es que mantengas a esos miedos lo más lejos de ti como sea posible, aunque siempre trataran, si lo dejas, de volver.

Tenemos que re-entrenar a nuestra mente para dejar de pensar que no podemos controlar el dinero, que no merecemos que nos vaya bien, que nunca tendremos el suficiente dinero.

Pero una clase, una lección o un libro, no serían suficientes para ayudarnos a ese re- entrenamiento, porque un entrenamiento consta de muchas repeticiones, continuas y constantes…   debe ser un proceso constante de todos los días.

Llegar a cambiar nuestra mentalidad implica empezar a creer otras cosas y a pensar de manera diferente.. Otras creencias y otros pensamientos nos provocarán otra realidad.

Entonces tenemos que trabajar para ir sustituyendo nuestras creencias o percepciones anteriores por creencias nuevas,, y reemplazar los pensamientos provocados por esas creencias antiguas, incluyendo el diálogo interior que se llevaba a cabo en ese ámbito, por pensamientos nuevos, incluyendo igualmente un diálogo interno diferente.

Por 20.30 o 40 años, hemos estado creando creencias acerca de nosotros mismos, diciéndonos a nosotros mismos quiénes somos., Cuánto valemos y de qué somos y de qué no somos capaces, parte de esto es lo que nos inculcaron desde pequeños, y otra parte ha sido creado por nosotros mismos, repitiéndonos una y otra vez lo mismo acerca de nosotros hasta que acabamos creyéndolo.

Hay tantas frases del dinero que hemos aceptado sin cuestionar como:

” Más vale pájaro en mano, que ver un ciento volando”.

“Quien nació para maceta, jamás pasa del corredor”.

” Pobre pero honrado”.

“El dinero es la raíz de todos los males”.

En Contraposición, tendríamos que diseñar nuestras propias frases personales, podríamos llamarlas mantras financieros, afirmaciones financieras nuevaso como más te guste, el caso es que debes crear un mensaje positivo, empoderador, que sólo sea para ti e instalarlo en tu mente de manera precisa para reemplazar los pensamientos y las emociones que han hecho daño en el pasado.

Instala esa afirmación, engánchala a algo importante en tu vida, escríbela a diario, pégala donde la veas todos los días, haz una cancion con ella, o una poesía que cantes cuando te bañes, mientras manejas, cuando te empiece a atacar la angustia o la preocupación. Un mensaje positivo, que te llene de posibilidades, hazlo aunque no creas que sirva para algo, aún cuando te resistas a ello, aunque parezca ridículo, y en poco tiempo la repetición de esa nueva verdad, te ayudará a lograr para ti una nueva realidad.

Cuatro reglas para estas afirmaciones financieras:

• Hazla lo suficientemente corta que la puedas recordar fácilmente, palabra por palabra, que sea fácil de decir, por ejemplo: Siempre tengo más dinero del que necesito.
• Tiene que estar afirmando algo en el presente.
• Hazla en positivo, nunca en negativo, por ejemplo: no digas ” No tengo deudas” sustitúyelo por ” Siempre puedo cubrir todos mis gastos” .
• Que represente algo ilimitado, tanto en cantidad como en tiempo (no te auto- limites).

Es evidente, que cambiar una creencia puede llevar tiempo pero primero debes estar dispuesto a trabajar cada día para realizar este cambio.

Un abrazo tu amigo

Leonardo Cubillán

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