Cuándo son buenos los fondos de Inversión

Cuándo son buenos los fondos de InversiónCuándo son buenos los fondos de Inversión

Cuándo son buenos los fondos de Inversión

Pero primero lo primero  ¿Qué son? Son instrumentos de inversión que reúnen el dinero de diversos inversionistas e invierten el total de diferentes instrumentos financieros, Cada inversionistas es dueño de una parte de ese fondo.

Es decir, Un fondo de inversión es especie de “vaquita” en la que juntan el dinero de muchos de nosotros, los inversionistas, para acceder a tipos de inversiones que “solos y su alma” no podrían, porque esos instrumentos tienen montos mínimos muy altos para entrar.

Cuando los instrumentos que conforman el fondo suben de precio, el valor total del fondo se incrementa. Para el inversionista, la ganancia está en la diferencia entre el precio al que compra su participación y el precio al que la vende. Algunos fondos llegan a pagar Dividendos.

Básicamente se dividen en:

Fondos de Deuda: Los que invierten la  mayor parte de sus recursos en instrumentos de renta fija(poco riesgo, menos ganancia).

Fondos de Renta Variable: que invierten la mayor parte de sus recursos en el mercado accionario (pues tienen acciones de muchas empresas)

Existen cientos de fondos (la verdad cada Sociedad de Inversión tiene su fondo en México hay más de 474 fondos de inversión dato del 2010) en el mercado con estrategias adecuadas al perfil y las necesidades de los diferentes inversionistas y diversos panoramas económicos.

¿Qué se debe checar? uno es el historial de rendimiento de un fondo ( lo que ha dado en 3 a 5 años el fondo, que no es factor determinante pero ayuda) es meramente indicativo del manejo que se le ha dado y no representa o asegura los rendimientos que éste va a tener a futuro.

Aún cuando el fondo maneje cierta liquidez, no es recomendable utilizar estas cuentas como una chequera  de donde sacar dinero cada vez que se necesite. La mejor manera para maximizar las ganancias en este tipo de inversiones es dejando ese dinero por “el horizonte de inversión” que marca el fondo recomendado, al menos que veas cambios importantes en el entorno que te haga revisar tu estrategia.

La maravilla de la modernidad es que aparte de que todos los fondos en teoría deberían tener los rendimientos en sus respectivas páginas, como se valúan diario, hay sitios de terceros con comparadores. En México, está el de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (www.cnbv.gob.mx) y el de morningstar.com.mx, que tienen el mismo funcionamiento. La verdad son muy útiles, tanto para decidir cuándo vas a comprar como cuándo quieres monitorear tus fondos.

Más allá de la comparación del rendimiento histórico con otros similares, hay un documento que cualquier inversionista debe leer de cada uno de sus fondos: el prospecto de inversión

En estas hojas llamadas Prospecto de Inversión  puedes ver:

• En qué invierte el fondo. • Si su horizonte es de corto, mediano o largo plazo. • Sus objetivos de inversión (a quién quiere ganarle o con quién se compara, el famoso benchmark). • Su estrategia. • Cuáles son los riesgos que más pueden afectarle y qué volatilidad tiene. • Los rendimientos históricos del fondo y su comparación con otros instrumentos o índices. • Horarios para órdenes de compra y venta, plazos mínimos de permanencia, etcétera. • Las comisiones ( que siempre hay).

El prospecto lo pueden encontrar en las páginas de internet de las operadoras y distribuidoras, pero también es obligación de su asesor dárselos si van a entrar a cualquier fondo o si éste ha sufrido cambios. Y si hay algo aún mejor que el prospecto de inversión para conocer nuestros fondos es el “documento clave”, que es un informe que las operadoras y distribuidoras están obligadas a publicar en su sitio de internet, donde viene realmente cuánto pagó y cuánto te cobraron en el fondo preciso en el que estás invirtiendo. Digamos que el prospecto es la idea general, y el documento clave, cómo le fue al fondo en realidad. Es relativamente nuevo, pero vale la pena leerlo para tener información veraz para decidir.

Si ya se emocionaron al leer los rendimientos y están conformes con lo que cobran, hay un elemento que no se nos debe pasar: el riesgo

hay tres preguntas básicas que un inversionista que empieza debe hacerle a su asesor:

1 ¿Cuánto tiempo lleva operando este fondo? Si es menos de cuatro años es difícil de analizar si en realidad lo llevan mal o bien, por lo que sería más recomendable optar por otros con mayor antigüedad, donde se pueda ver si hay rendimientos consistentes.

2 Si lleva más de cuatro años, la siguiente pregunta sería ¿en qué invierte el fondo, cuál es su objetivo y quién lo maneja? ¿Este perfil de fondo ha cambiado desde que inició? ¿El manejador ha sido el mismo? Acá te podrán decir los instrumentos, si es agresivo o no, qué tipo de instrumentos compra, cómo son los manejadores del fondo.

3 Y la pregunta más reveladora: ¿el fondo ha tenido meses negativos? Si es sí, ¿cuántos? ¿Hasta dónde bajó? ¿Cuál ha sido el peor mes? ¿Ha tenido años negativos? ¿Cuánto? Esta pregunta es muy básica porque en la mayoría de los fondos, excepto si son de muy corto plazo, vas a tener periodos negativos. Hay gente que no aguanta ni un mes así y hay otras personas que dicen “ok, el fondo ha tenido bajas de 2% en un mes, puedo vivir con eso; ¿7%?, aún me aguanto, pero 10% negativo en un mes, ¡ya es mi límite!” Con esos datos puedes dimensionar mejor si es un fondo con un riesgo adecuado para ti o buscas otras opciones.

Entonces ¿Cuándo son buenos?

La mayor virtud de los fondos es que permiten diversificación con poco dinero, pero para que esto se traduzca a rendimientos interesantes, necesitas dejar el dinero quieto por lo menos tres años y de preferencia cinco años. Para esas metas pueden ser muy buena opción. Si el plazo que quieres invertir es menor a tres años, tendrías que estar en fondos de deuda de corto plazo únicamente para no correr riesgos desproporcionados. Estos fondos pueden tener rendimientos similares o menores que instrumentos para el corto plazo como cetes o los pagarés bancarios, entonces hay que comparar para decidir cuál de estas tres alternativas es mejor para ti.

¿Dónde se compran los fondos?

Una de las instituciones en las que las inversiones son el mero mole son justamente las operadoras y distribuidoras de sociedades de inversión, porque es a lo único que se dedican. Aunque algunas son parte de grupos financieros que sí tienen banco (como, por ejemplo, Accival de Banamex, Scotiabank, Ixe, Santander, Monex, etcétera), también existen las “independientes”, que no tienen “hermanitos” en otros servicios financieros (Allianz Fóndika, Actinver, Skandia, GBM, Más Fondos, Profuturo GNP, etcétera). Para ver todas las que hay, pueden checar el famoso “SIPRES”, que es el registro de las instituciones financieras de la Condusef. El proceso para comprar fondos de inversión es así:

1 Eliges con qué institución quieres abrir tu contrato (la operadora o distribuidora de fondos). Mi recomendación es que por lo menos compares unas tres. Échale un ojito a la cartera de fondos que tienen en su página de internet, lee los prospectos y el “documento clave” de los fondos que te interesen, revisa en qué invierten y qué tal andan en rendimientos.

2 Te reúnes con el asesor para que te haga un perfil de inversión. Llama y fíjate qué tal está el servicio, si son claros, pacientes y preguntan por tus necesidades. Lo del perfil de inversión es por ley, así que están obligados a preguntarte por tus metas, tu experiencia y qué tanto riesgo estás dispuesto a aguantar. Muchas veces relacionamos la palabra “riesgo” con ser o no “valientes”, pero, créeme, con tu lana y tus úlceras es mejor no jugarle al vivo y aceptar realmente qué queremos o podemos soportar con nuestras inversiones. Chance entre más tiempo tengas invirtiendo, menos te preocuparás por los batacazos de los mercados, pero al principio no intentes hacerte el “muy macho”, a menos que te quieras curar en salud por siempre y quedarte en cetes de 28 días para toda la eternidad o peor, ¡en el colchón!

3 Con lo platicado van a decidir tu portafolio: cuánto se destina a cada tipo de fondo o si prefieres comprar uno “prefabricado” en el que los fondos y las posiciones las elige un administrador del fondo, entonces vas por perfiles de riesgo y tiempo.

4 Firmas el contrato y depositas el dinero, ya sea por transferencia o cheque, al número de cuenta de la operadora o distribuidora de fondos que elegiste, con el número de referencia de tu contrato y, ¡ya estás! Puedes empezar a manejar tus inversiones.

Tu amigo Leonardo Cubillán

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Fuentes: Adina Chelminsky. Cómo manejar tu dinero (sin enloquecer en tu intento) y Pequeño Cerdo Capitalista Inversionista, y Pequeño Cerdo Capitalista Finanzas Personales de Sofía Macias

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